Hace 146 años nació en nuestro país José María Orellana, Presidente de Guatemala entre 1921 y 1926, durante su gobierno surgió el acontecimiento económico más destacado el cual fue la Reforma Monetaria y Bancaria, dando por concluido un período de 26 años de emisión monetaria desordenada por parte de seis bancos privados de emisión y del Comité Bancario, fue ahí cuando se instituyó al Quetzal como moneda de Guatemala, actualmente, el rostro de José María Orellana figura en los billetes valorados de un quetzal.

Al principio de su gobierno, se toleró la publicación del periódico estudiantil "No Nos Tientes" y el desfile bufo de la Huelga de Dolores de los estudiantes de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC).

Tenía entonces, participación activa la llamada generación de los 20  estudiantes universitarios, donde se encontraban, el futuro premio Nobel de Literatura Miguel Ángel Asturias, los prestigiosos médicos Epaminondas Quintana y Carlos Federico Mora, además del futuro director del periódico El Imparcial, David Vela. Este grupo de estudiantes escribió en 1922, aprovechando la libertad de expresión existente, el Son de guerra estudiantil que constituye una de las críticas más mordaces a los hechos ocurridos desde la caída de Estrada Cabrera hasta el gobierno de Orellana.

Pero tras las continuas protestas estudiantiles ante la política entreguista de su gobierno, Orellana cerró la USAC, la cual no se volvería a abrir hasta en septiembre de 1929.

El expresidente José María Orellana es mencionado, aunque no por nombre, en las novelas guatemaltecas El Señor Presidente, Viernes de Dolores y Viento Fuerte de Miguel Ángel Asturias. En Viernes de Dolores, Asturias lo llama por su apodo: «Rapadura».

Mientras que el escritor revolucionario guatemalteco Manuel Galich lo utilizó como modelo de su personaje «Bracamonte» en la obra teatral El tren amarillo.

La historia dio un giro repentino el domingo 26 de septiembre de 1926, cuando, a la media noche, murió Orellana, durante un viaje de descanso en Antigua Guatemala.

Se encontraba en una habitación de un hotel cuando “Un violento ataque de angina de pecho puso fin a la vida del mandatario”, explicaba el Diario de Centro América en una edición especial, ese mismo día. Estas circunstancias hicieron crecer la sospecha de que fue envenenado.