Conocer y aprender historia, para muchos suele ser una actividad aburrida. Pero preservarla es algo único, que para el cronista de la ciudad, ha sido un modo de vida.  Se trata de Miguel Alfredo Álvarez Arévalo, conocido  como " El Cronista de la Ciudad"  quien nació en la capital hace 66 años. Es sobrino-nieto del expresidente Juan José Arévalo, y desde muy pequeño tuvo orientación de su familia  para interesarlo en el estudio de la historia de Guatemala. “Las vocaciones vienen desde la infancia. En el caso mío mi familia acostumbraban a hablar de historia y contar leyendas, pero sobretodo sentirse orgullosos de vivir en Guatemala. Mi mamá o alguna de mis abuelitas me llevaban a ver procesiones, a visitar alguna iglesia pero me iba contando detalles referentes a una calle o casa. Todo eso me fue cimentando”, señaló el historiador.

Álvarez, se graduó como Historiador en la Universidad  de San Carlos, pero asegura que de no haberlo hecho, se habría convertido en un experto de las Ciencias Jurídicas y Sociales. Su trabajo de más de 30 años dedicado a la Historia, le ha permitido escribir al menos 28 libros y visitar más de 12 países.

Ahora, ve con mucha satisfacción que las generaciones actuales se interesen en el estudio del devenir histórico del país. “Al menos sé que la escuela de Historia ha crecido. Dentro de sus estudiantes, la mayoría son jóvenes y por supuesto, la historia es muy amplia. Y sí, me da mucha satisfacción que haya un interés por el estudio del devenir histórico”, dijo Álvarez.

El historiador asegura no sentir nostalgia con el paso de los años, pues cada vez que recorre el Centro Histórico, regresa más de 100 años en el tiempo y se imagina las calles empedradas, el paso de las carretas, los árboles y el ambiente de la Guatemala de antaño.  

En 1992, la municipalidad capitalina le otorgó el título de Cronista de la Ciudad, algo que significó un mayor compromiso para Miguel Álvarez, quien actualmente es el director del Museo de Historia. “Para amar a la patria hay que conocerla y hay muchas maneras. Una de ellas es a través de su historia” apuntó Don Miguel, como lo llaman afectuosamente sus amigos y colaboradores cercanos, siempre está dispuesto a atender a los medios de comunicación, estudiantes y público en general que se acerca, para contar alguna anécdota y revivir los momentos históricos más importantes de nuestro país..  Por eso, el amigo de los hechos trascendentales es un guatemalteco que deja huella.

 

Por Fabián Galindo.