Con el avance de la edad, el cuerpo sufre alteraciones inevitables que se plasman a través de la forma física, la piel, el cabello y el rostro de las personas.

Esto lo han establecido estudios biométricos y técnicos realizados en diversas partes del mundo, y los guatemaltecos no escapamos a esto. Por eso seguramente ha notado que con el paso del tiempo, sus ojos se van achinando, la nariz creció o cambió de forma y quizás hasta tenga algunas arrugas.

Estos son algunos de los cambios más notorios en los rasgos de las personas, por lo que se hace necesario que, al menos una vez cada década, se actualicen los rasgos biométricos a través de una fotografía que queda resguardada en la base de datos del Registro Nacional de las Personas -RENAP-, que da certeza jurídica e identifica a los ciudadanos guatemaltecos.

Según estos estudios técnicos realizados, se ha llegado a la conclusión que el individuo puede ser clasificado de acuerdo a sus formas o morfotipos, de la siguiente manera:

  1. Endomorfo: con predominio de formas blandas y redondas.
  2. Mesomorfo: predominio a las masas musculares, atléticas y robustas.
  3. Ectomorfo: en este caso predominan las formas lineales, delgadas y angostas del rostro.

Por eso, es recomendable más no obligatorio, que renueve sus datos biométricos en el -RENAP- y así tener actualizada su identificación como guatemalteco, a través del DPI que es un documento seguro.

Por Fabián Galindo.